jueves, 12 de abril de 2007

Un besito, un vampirito.


Hace como dos años conocí a un simpático vampirito español, con todo y su acento andaluz.
Pero el muy mendigo, era demasiado. Hasta infiel. Mi mamá siempre me lo dijo, -Amor de lejos, amor de pendejos-
Poseía una inteligencia mucho mayor que la de esta Guardiana. Y siempre interpretaba todo con una sonrisa de oreja a oreja.
Romántico, uno de sus mayores talentos. Era alto y para nada se le notaba su nacionalidad, la sangre vampirica lo convirtió en nada.
Era muy elocuente, jugaba basketball en una liga nacional, después el me dijo que seria mundial en 2008.
Pero mas aun, era Erótico, y detrás de su caballerosidad, estaba la criatura mas sedienta de amor de la tierra. Insaciable la primera vez.
Aunque estuviese a todo el mar atlántico de distancia, me hacia sentirlo y disfrutarlo.
Engañándome con visitas nocturnas, que terminaban en suspiros de sueño.
Y que mordidas de cuello. Eran imborrables.
Aquel fue un amor confuso. Un vampirito atractivo que entre artimañas y besos de delirio, se robo mi corazón. Su nombre era Víctor. Jamás me confeso quien era su maestro, porque debió tener uno. El siempre me dijo sin mas remilgos –Yo soy así, porque tu quieres que sea así.-
Lo perturbador, es que jamás le mencione y le di a saber mi fascinación por ese ser en el que quedo convertido, todo por mi, su servidora.

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