Mientras solo faltan 2 semanas para graduarme, en el transcurso de las mismas, mi vida da giros inesperados. Muchos trabajos por entregar. Cosas que valorar como las risotadas entre amigas (foxys, tuties, perras, gatas, etc.) Ir a la despedida de soltera de una friend embarazada. Llorar en los hombros de viejos amigos que sabes de por medio que no volverás a ver. No reprobar. Decirle al mendigo de Pepe (el inche prefecto del portón) que lo odiaste desde el primer momento en que escuchaste su ... meticulosa y llamativa voz (sin voz cuando grita) y decirle al prefecto Elmer que en primero estaba bien bueno y ahora esta gordo.
Comer cosas de la cafetería que jamas compraste. Hacer del baño en la taza donde jamas hiciste. Meter cerveza al bachi. Rallársela a los de la Orquesta. Quemar un Mini Cooper. No fajarse la playera. No llevar zapatos escolares. Fajarse al novio en el colegio. Hacerle algo a algún profe que siempre te odio. Regalar cositas a los profes buena onda. Ir a consultorías (cosa que nunca hice). Caerse "accidentalmente" de las escaleras del bachi (las de caracol, las que dan para el piso segundo, el escalonsito del salón, etc.) Jugar volley frente a los laboratorios. Usar la manguera de agua para ojos del laboratorio de usos múltiples. Barrer. Usar un escote pronunciado en la graduación. Ponerme peda en el after y llorar por lo que vendrá, o por lo que no.
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