
Si una vez cite el Violín, es porque se tocarlo.
Su olvido envenena.
Sus notas resuenan a lo lejos de mi sueño.
El agudo Sol que en ultimo termine de aprender.
Y el Mi, primero, jamas olvidan mis dedos su orden.
Desconozco ya su sonido.
Te veo quieto, inmóvil. Silencio.
Sin afinación pierdes tu talento adquirido.
Yo lo robo quietamente.
Siento tus cuerdas penetrar mis yemas.
Me duele pero me gusta.
Tocarte me gusta. Me hipnotiza.
Me enciende ir al compás. Ver las notas y plasmarlas en ti.
Tener la espalda recta, ligera en curva. Y apoyarte con cariño sensual en mi cuello.
Resbalar el arco, sentir la brea quemarse a mi movimiento. Verla salir por el aire. . .Te extraño dulce amante.
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