El peor enemigo de los fantasmas es la luz eléctrica. Quiza por eso su inventor, Thomas Alva Edison, se volvió espiritista al final de su vida. Y predijo:
- Regresaré despúes de muerto a mi laboratorio y seguiré trabajando en él. -
El problema es que nadie lo ve porque en su laboratorio - que trabaja veinticuatro horas al día - la luz siempre está encendida.
Ignacio Solares
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